365 DÍAS, LA RECONSTRUCCIÓN SIGUE

Justo hace un año, en el marco de la conmemoración 32 de los sismos de 1985, comentamos sobre las lecciones aprendidas. Había la primera noche un saldo de 38 inmuebles colapsados en la Ciudad de México (CDMX) sin considerar los daños de otras entidades.

Desde entonces, los retos para las autoridades estaban claras: buscar una sana reconstrucción y dejara atrás los fantasmas de edificios abandonados, albergues temporales y nuevas reglas de construcción.

De todo eso, lo que avanzó fue la publicación del Nuevo Reglamento de Construcción publicado en diciembre, basado en la normatividad incluida en la Ley para la Reconstrucción, Recuperación y Transformación de la Ciudad de México.

En particular, se incorporaron observaciones relacionadas con el diseño y construcción de cimentaciones, diseño por sismo, diseño por viento y el uso de materiales de edificación, entre otros.

Con sus tres acciones se pretende reducir la vulnerabilidad e incrementar la seguridad en los procesos constructivos.

Lo que no ha logrado prosperar es la historia continua de edificios abandonados, la falta de claridad en la asignación de fondos provenientes de programas de reconstrucción a nivel federal y local, así como lo conducente con la demolición y reconstrucción de nuevas estructuras.

La transición que se vive en algunas entidades, entre ellas la Ciudad de México hace inviable saber la política de desarrollo urbano en los años por venir. Este plan será fundamental para establecer las reglas de las nuevas construcciones.

Si bien, los trámites de licencias de construcción no se pueden detener por completo, es un hecho que en tanto entre la nueva administración de gobierno en CDMX, existe cautela en la evaluación de nuevas propuestas.

En la industria se comenta sobre el sigilo de las autoridades para otorgar como en los últimos años, licencias al mismo ritmo para proyectos de gran dimensión. Sin embargo, es un hecho que con la baja disponibilidad de tierra el crecimiento de la ciudad sólo puede sostenerse con edificaciones de gran escala y verticales.

La experiencia ha demostrado que justo este perfil de edificaciones fueron las que no experimentaron daños tras el sismo del año pasado, dado que en el negocio inmobiliario los avances de ingeniería, métodos constructivos y materiales crearon edificaciones sólidas y seguras.

Por eso, recordar el pasado inmediato es útil. Lo será para abrir nuevas discusiones sobre el papel de la autoridad para el otorgamiento de permisos, pero también un nuevo plan de desarrollo urbano que incluya aspectos fundamentales para normar el futuro de la Ciudad.

En otras entidades, el reto se enfoca en establecer nuevos criterios de desarrollo urbano y reglas de edificación acordes con los tiempos actuales.

Artículo publicado en El Financiero/Bloomberg.