CIC YUCATÁN

Conceptualizado y construido con parámetros sustentables e integrado al proyecto Distrito Congresos, el Centro Internacional de Congresos de Yucatán, busca colocarse en el mercado internacional de turismo de reuniones que actualmente atraen destinos de América Latina.

El inicio de sus actividades en abril pasado, tras dos años de edificación que requirió una inversión de mil 300 millones de pesos, se ha convertido en un detonador de la actividad hotelera y de servicios en la Ciudad de Mérida, dado que se ubica en el corredor Centro Histórico.

De acuerdo con el Fideicomiso Público para el Desarrollo del Turismo de Reuniones en Yucatán, el recinto ha hecho posible consolidar el Distrito de Congresos como un atractivo inmobiliario, “un destino obligado que da vida a los hoteles y servicios localizados en un radio de 600 metros”.

En el plan estratégico, establece que era necesaria una nueva etapa de evolución turística de la Ciudad Mérida, que ha tenido un gran enfoque previo en el turismo de reuniones, pero que según la perspectiva estaba saturado en cuanto a su funcionamiento por lo que se interponían los eventos con el mercado de turismo de convenciones.

La idea es que la infraestructura turística se complemente con el CIC de Yucatán para competir internacionalmente en el corto plazo con destinos especializados como Brasil, Argentina, Perú, Colombia, Chile y Costa Rica que actualmente atraen los principales congresos.

En su conceptualización uno de los activos importantes fue la certificación desde el día cero de su edificación con acciones sustentables que le otorgaron el distintivo Oro LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), como un compromiso con la preservación del medio ambiente y el control del consumo energético, a través de distintas tecnologías incorporadas.

La colocación de paneles solares e iluminación Led, permitirán generar un ahorro energético del 30%, para una ciudad con una temperatura promedio de 32º centígrados y un 80% de humedad.

Un nuevo modelo de negocios

De acuerdo con el plan, el modelo cambió para integrar los atractivos turísticos de Yucatán e integrar una estrategia comercial enfocada a las necesidades del mercado de congresistas, que necesitan distintos tamaños de salones, desde break out para aforos menores como los de gran capacidad para acortar la distancia de la negociación

La segunda fue generar una estructura administrativa y de gestión, misma que se materializó con el Fideicomiso Público para el desarrollo del Turismo de reuniones de Yucatán (Fideture), que con su visión al 2047 permitirá garantizar la continuidad y transversalidad que da certeza jurídica, además de competitividad comercial y rentabilidad administrativa.

El plan estratégico del Fideicomiso hace factible recaudar recursos producto de los eventos, que permite atraer  congresos para con la integración de fondos adicionales que soportan su operación a través del impuesto del 3% de hospedaje, cuente con fondos propios, establecer metas comerciales y cerrar socios estratégicos como el generado con Samsung.

En Fideture participan autoridades gubernamentales, representantes de la hotelería y turismo, al igual que de la operadora Asur y organismos camerales como Coparmex, Canaco y otros.

A noviembre de 2017, el CIC está comercializado al 100% que dejará un total de 7 mil 300 congresistas de diferentes tipos.

En la estrategia de negocios se buscó complementar la infraestructura del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI ubicada en la zona norte de esa ciudad, mismo que se orientará a satisfacer las necesidades de congresos nacionales. Con las 2 propuestas de convenciones, el recinto busca hacer competitivo respecto a otras ciudades como Monterrey, Guadalajara, Puebla y Querétaro.