REAL ESTATE HIGH TECH

Desde físicos hasta digitales los espacios han sido transformados a partir de la pandemia y el distanciamiento social del COVID-19 por semanas y meses.

Las restricciones de convivencia, independiente de la región del mundo donde se tratara, cambio distintos aspectos del mundo físico como eventos deportivos, entretenimiento, torneos internacionales, hoteles, bares, restaurantes e incluso edificios de oficinas, muchos de los cuales pasaron de un promedio de 87% de ocupación a cero, a pesar de estar arrendados. En todos los casos, ha sido significado del cortar flujos en el proceso.

La tecnología está siendo por su parte, un factor determinante para la operación de distintas organizaciones en el mundo.
Sin embargo, un análisis profundo que desarrolló la firma global C&W, revela que el hecho de que los empleados puedan trabajar desde casa, nos significa en general que lo prefieran, por tanto, las organizaciones deben evitar confundir el desempeño de corto plazo en medio de la crisis, con una preferencia general de largo plazo.
Un estudio de la universidad de Stanford revela la significativa productividad y ahorro de utilidades corporativas, cuando los empleados desempeñan trabajo en casa, sin embargo, en los países que ya regresaron al espacio de trabajo -pese a las limitaciones que establecen autoridades- aún se analizan a fondo las consecuencias de la profunda transformación de los espacios.

Se trata de una verdadera revolución que tiene como estructura el equilibrio que se alcanza con la fórmula trabajo-vida y la flexibilidad de modelos para desarrollarlo.

En la nueva normalidad habrá que asumir lo que han dejado en la última década los efectos de la gran crisis financiera, la revolución del comercio electrónico, el incremento del teletrabajo, la irrupción de los millennial y el coworking.