TOP 20 CIUDADES VANGUARDISTAS
Son las ciudades en Estados Unidos que más atraen nuevos residentes por la incorporación de actividades, la revitalización de edificios antiguos y el diseño adaptativo.
En un análisis del dinamismo que han tomado, luego de considerar nuevos patrones de hábitos como la temporalidad de residencia de apenas 5 años, Gensler expone cómo estas dinámicas les han orillado a volverse más atractivas para retenerles.
En el listado se ubican en las primeras posiciones Tampa, Raleigh, Atlanta, Denver, Austin, Charlotte, Nashville, Washington, Columbus y Seattle. Todas rebasan el 33 y hasta 28% de una población de nuevos residentes.
Y es que ocurre que en Estados Unidos, en lugar de migrar masivamente a grandes ciudades de primer nivel como Nueva York, Los Ángeles y Chicago, los nuevos residentes se orientan hacia ciudades más pequeñas o medianas, especialmente las de la región del Cinturón del Sol en rápido crecimiento, como Tampa y Raleigh.
“Si bien varias grandes ciudades estadounidenses figuran en la lista, sorprendentemente, ninguna de las cinco ciudades más pobladas del país aparece aquí. De hecho, varios encuestados afirman que su próximo hogar ideal estaría en una ciudad más pequeña que la que viven actualmente”, detalla el estudio.
Asimismo extrapola este escenario a nivel global donde aparecen Bangalore, Birmingham, Johannesburgo, Munich, Vancouver, Nairobi, San José, Toronto, Delhi y Manila.
Son las ciudades fuera de Estados Unidos que tienden a atraer un porcentaje menor de nuevos residentes que sus contrapartes estadounidenses.
Tema que podría deberse a la relativa facilidad de movilidad interna en Estados Unidos, donde las fronteras entre estados están completamente abiertas, las barreras lingüísticas son limitadas y las oportunidades de reubicación son abundantes.
En el estudio destaca cómo San Francisco que a través de la economía nocturna atrajo residentes al anochecer y replanteó el diseño urbano para mejores servicios.
Por su parte, señala el proyecto de reconstrucción del litoral de Baltimore en un desarrollo de uso mixto, ejemplo que abre la oportunidad de revitalizar edificios cívicos antiguos.