2021 RESILIENTE

En unas horas termina el 2021. Han sido meses de escenarios pandémicos que motivaron la transformación de una industria que no termina de entender los reacomodos orillados por el COVID-19.

Por tanto, la lista de retos por enfrentar continúa, entre ellos un entorno macroeconómico sin consolidar la recuperación esperada, condición esencial para el oxígeno que requieren nichos afectados como las oficinas, el retail y la hotelería.

Es difícil ubicar una franca recuperación en estas áreas, sin el impulso económico y el avance homogéneo en el proceso de vacunación, con un inconcluso proceso aderezado por la necesidad de una nueva dosis.

Y es que el actual escenario deja de lado el impulso de la temporada decembrina, que hasta antes de la pandemia era parte de un trimestre que por años permitió altos niveles de ocupación hotelera, principalmente en playas por el turismo nacional; la mejor época de ventas para retailers y cadenas departamentales; e indudablemente el lapso dinámico de cierres corporativos.

Lo anterior no ocurrió como muchos pronosticaban. Termina el año sin que el negocio inmobiliario comercial recupere en los sub sectores más vulnerados los ritmos de 2019, un año ya de por sí impactado por el cambio de gobierno.

El movimiento observado en la actual crisis también es visible en la gran temporada de compras y venta de portafolios. Lo mismo ha ocurrido en el área hotelera, que en el boyante mercado industrial.

Sin embargo, el momento de compra-venta ha hecho lo propio en beneficio de fondos de inversión, FIBRAS y CKDEs que desde una perspectiva financiera están logrando consolidarse en unas cuantas manos, sólidos portafolios de propiedades.
Para quienes ven un negocio inmobiliario de largo plazo, las transacciones no son necesariamente positivas, dado que las compras no representan nuevos desarrollos, fuentes de empleo y el efecto multiplicador que históricamente han aportado los proyectos en pipelines que suelen construirse desde el lado desarrollador.

Pese a todo, la tecnología e innovación son elementos indispensables de una nueva ola de emprendedores e iniciativas que permiten a los actores del negocio del real estate, avanzar con mayor rapidez de cara a los cambios que ha exigido la pandemia.

En este espacio hemos relatado casos que indudablemente marcarán un cambio en la manera que históricamente operó el mercado en sus diferentes ciclos, igual para ganadores y perdedores.

De la misma manera, destaca el grado de especialización alcanzado por la industria de la hospitalidad, que con destreza y tecnología busca atender necesidades únicas de viajeros: los tradicionales, los de negocios que aún definen la nueva dinámica de los viajes, y los sofisticados que esperan de los entornos de descanso experiencias únicas.

Por ello, este último sub sector enfrenta uno de los retos mayúsculos de cara a las pérdidas históricas que trajo el cierre de puertas, pese a lo que representó para destinos de playa mexicanos, aprovechar los viajeros del reboarding del verano.

No menos importante es el segmento de vivienda, que ante las nuevas demandas de compradores ha tenido que replantear diseños con espacios flexibles y multifuncionales. Es un cambio que no sólo ha impactado a desarrolladores, sino también a inversionistas institucionales involucrados en el multifamily.
Toda esta revolución nos lleva a reflexionar que si bien al mercado en su conjunto, aún faltan por integrar ingredientes para una recuperación generalizada, existen líderes y empresarios que como en el pasado sabrán reinventar fórmulas que permitan mantener en pie al mercado.
Desde este espacio como fieles testigos de la evolución, seguiremos detallando las historias de la huella que en muchos dejó la pandemia.
¡Feliz 2022!

Artículo publicado en El Financiero|Bloomberg