GHOST KITCHENS

Restaurantes transforman operación de cara al shut down. Mientras en México, operadores de gran tamaño ajustados por la crisis actual como Alsea encuentran en las ghost kitchen o cocinas oscuras un oxígeno para mantener en funcionamiento sólo 70% de sus sucursales, el panorama de este nicho es un área de oportunidad.

Si bien el cierre de restaurantes convirtió en fantasma distintos sitios que solían ser sitios habituales, la realidad es que esta industria enfrenta el dilema de cómo se mantendrán las ofertas iniciales bajo las cuales fueron abiertos cientos de restaurantes.
Uno de los retos es sobrevivir y luego la consolidación de economías de escala.
Analistas del sector consideran que las estructuras de tarifas que aportan las estrategias de delivery no serían suficientes para una industria altamente afectada por el distanciamiento social.
La lógica es que los modelos de entrega no son sostenibles en el largo plazo y crear un proceso de dependencia pudiera complicar más aún la situación.
En junio pasado, Alsea mismo reportó al mercado de valores que en los meses de abril y mayo incorporó el concepto a 34 unidades de algunas de las marcas que opera y que le permitieron generar 12 mil pedidos.
Esa estrategia fue acompañada por otra de delivery soportados en tecnología y digitalización que favorecieron el proceso.