LAST MILE

Es para quienes saben del retail una tendencia secular. El e-commerce llegó para quedarse y no es estacional. Su irrupción a partir del COVID-19 hizo posible su desarrollo exponencial gracias a que existieron condiciones que apenas hace 3 años habrían imposibilitado su desarrollo.

Aunado a lo anterior, los cambios en los hábitos de compra favorecieron de una mejor manera a quienes tenían el sistema listo para incorporar esta forma de ingresos a su contabilidad, sumamente dañada por el cierre de tiendas por las medidas sanitarias de autoridades.

Un análisis desarrollado por el equipo que lidera José Carlos Alemán en SiiLA México revela el peso que tienen las ventas en línea. Este factor generó resultados mixtos al cierre del segundo trimestre del año, de acuerdo con información pública de los seis retailers que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
El resultado es revelador: incrementaron 140% las ventas en línea y vieron caer 45% las ventas en piso. Sin embargo, en algunos casos el peso específico del comercio electrónico fue mayor, tal es el caso de Sanborns para quien la operación en línea este elevó su participación en sus ventas totales de 8 a 60% en el período.

La misma situación ocurrió con Liverpool y Palacio de Hierro que lo elevaron hasta 78 y 60%, respectivamente.

Pero el tema no termina ahí, el efecto se concentra en específico en el last mile o última milla, ese paso que considera la entrega inmediata del producto al comprador.

En un negocio donde los tiempos y costos importan, el reto es cómo se eficienta el costo de llevar el producto al consumidor final, que hasta ahora representa 53% del costo total de la cadena de suministro, además del peso que representa el 5% adicional de combustible.

Hacerlo evitaría que muchas de las órdenes electrónicas de compra se cancelen debido al sobreprecio que representa recibir un producto de manera anticipada.
La forma que lo hace posible está ligado a la logística de la última milla integrada a la cadena de suministro. Y es este factor el que está generando una demanda inusual de propiedades localizadas cerca de las áreas de consumo.

El reporte señala que 24% de las 442 propiedades que monitorea sobre el particular se ubica en un radio de 15 kilómetros de distancia con la Ciudad de México (CDMX).

Pero dicho movimiento no es un tema fácil. Acceder a zonas bien ubicadas representa costos de mercado que el negocio online no está dispuesto a pagar. Por tanto, el atractivo son unos 104 activos clasificados como B con un área bruta rentable (ABR) menor a 20 mil m2, que apenas registran una disponibilidad de 13%

Así, los pequeños centros logísticos cercanos a ciudades como México, Guadalajara o Monterrey son el atractivo que jugadores como Amazon, Mercado Libre, Liverpool y otros del Top 10 buscan para robustecer y hacer eficiente su operación.

Basta decir que sólo Mercado Libre incrementó su capacidad de centros de empaquetamiento y distribución hasta un 620%, según SiiLA.

Bajo este escenario es que en distintas zonas empieza un proceso de conversión de propiedades como una invaluable oportunidad para propietarios e inversionistas.

Artículo publicado en El Financiero|Bloomberg