SECOND HOMES

El distanciamiento social alentado por el COVID-19 reabrió las puertas al mercado residencial de descanso. Si bien el distanciamiento social no alejó totalmente a los compradores de vivienda para optar por una vida en los suburbios, una segunda casa abrió posibilidades de inversión.

Para algunos analistas, este tipo de compras hacen factible la protección del recurso, dado que las segundas propiedades siguen siendo una posibilidad de generar rentabilidad.
En función de lo anterior, estadísticas desarrolladas por Deloitte, On Real Estate y algunas plataformas de propiedades, las residencias plus y premium valoradas en más de $12 millones de pesos han detonado su crecimiento en zonas como Valle de Bravo y Avándaro.

A diferencia de otras etapas del ciclo inmobiliario, las segundas propiedades han sido vistas como la opción de un plan B, dado que ante la flexibilidad del trabajo remoto, la oferta de crédito de la banca comercial e institutos gubernamentales o simplemente son consideradas parte del portafolio patrimonial.

Entre los factores que lo determinan está la ubicación cercana a la Ciudad de México (CDMX), que favorece desplazamientos ante las nuevas estructuras de trabajo flexible, producto de la pandemia.