ESPACIOS FLEXIBLES

La inercia de alternativas para la operación empresarial con modelos flexibles crece con paso firme.

Hasta finales de 2019, la absorción anual de espacios flexibles era de entre 3 y 5% de la absorción anual en Ciudad de México (CDMX). Lo anterior, de acuerdo con un reporte de CBRE representa un promedio de 100 mil m2, equivalentes a 1% del actual inventario disponible.

Este mercado potencial en México debe enfrentar las condiciones actuales en el mercado corporativo, donde existen contratos de arrendamiento en inmuebles de nueva generación de entre 3 y 5, y hasta 10 o más años.

El potencial ahora se da en un mayor número de ubicaciones, pero con metrajes mejores que faciliten el trabajo flexible, ante un regreso a las oficinas con el mínimo personal que permiten autoridades, conforme al semáforo epidemiológico en las distintas ciudades.
Este parámetro está siendo un punto recurrente en la contratación de espacios adicionales, pero no de todos los inmuebles. Los que facilitan en proceso son las redes de centros de negocios con modelos mixtos de contratación de espacios.

De esta manera, las empresas buscan redistribuir hacia las zonas de mayor densidad poblacional, espacios intermedios de oficinas donde los colaboradores puedan efectuar actividades, dado que el home office es sólo un elemento, pero no el único para operar en los nuevos tiempos.