VIVIENDA EN PAUSA

La desaceleración mostrada en los primeros meses del año que llevó a mínimos históricos, moderó el avance de los proyectos de vivienda vertical nueva en la Ciudad de México (CDMX) de cara a las estrategias de comercialización de desarrolladores, el déficit histórico y los nuevos hábitos que ha dejado el distanciamiento social.

Analistas del mercado aseguran que las caídas experimentadas en los últimos tres meses del año, obedecen a condiciones de mercado, sin embargo, el COVID-19 abrió nuevos estándares que el comprador encontraría en desarrollos habitacionales verticales.

Si bien el mercado registró una caída en ventas de 37%, con lo cual las poco más de mil 380 unidades desplazadas le llevaron a registrar un mínimo histórico, de acuerdo con un reporte de la firma TINSA, se mantiene la intención de compra y la demanda continúa activa.

Un factor relevante de lo observado hasta ahora en este segmento es que la plusvalía se ha mantenido en los desarrollos, muchos de ellos inmersos en procesos de diseño y construcción que fácilmente se adecuan a lo requerido por el distanciamiento social, al evitar las grandes concentraciones, independiente a su tamaño.

Respecto a lo que ocurre en el mercado, TINSA en una encuesta ubicó distintos escenarios respecto al futuro inmediato que vivirá este negocio.

Desde una perspectiva conservadora, pronosticó que el mercado de vivienda nueva en la Ciudad de México (CDMX) alcanzaría su mayor caída con 40% y una recuperación gradual durante el segundo semestre, y se estabilizará hacia el cuarto trimestre del año, sin alcanzar el volumen de ventas del año pasado.

En un escenario de un entorno pesimista, la misma estadística prevé ventas trimestrales inferiores a mil 500 unidades y una recuperación gradual hasta los primeros meses de 2021.

En 2019, este mercado registró la venta de más de 10 mil unidades, nivel equivalente a una contracción de 28% respecto a 2018, como resultado del deterioro económico que dejó el cambio de administración local y federal.