NUEVAS COMUNIDADES

El COVID-19 redefinió el mercado inmobiliario a partir de nuevos retos sociales, de bienestar, ambientales y económicos.

Parte de esta evolución se generó a partir de cambios relevantes en la dinámica distinta en que tuvieron que continuar actividades laborales, productivas e incluso educativas con la llegada del distanciamiento.
La adopción de modelos a distancia aunado a la reducción en la movilidad, activaron modelos que integraron nuevos estándares y requerimientos que continúan en definición de cara a un eventual regreso.

Sin embargo, aún se analizan modelos que hagan factible el rediseño de espacios y la planeación del desarrollo próximo por venir. En rubros como las oficinas, se estima que 30% de la población no volverá al esquema que prevalecía antes de la crisis sanitaria, por tanto las empresas exploran soluciones arquitectónicas y de planeación que se adecuen a las circunstancias actuales.
Algunos especialistas llaman a este cambio una transformación de los espacios que hagan factible y funcionales complejos de comunidades con distintos usos, pero interconectados con áreas verdes, espacios comerciales abiertos, hubs de oficinas, servicios médicos y espacios incluyentes para experimentar una vida saludable.

Esta nueva dinámica hará factible reducir el riesgo y atender algunos aspectos en los espacios, como el bienestar de sus inquilinos y usuarios.