AITANA APUESTA CON INTERIORISMO ART DECÓ

Es la nueva opción en el corredor inmobiliario corporativo Reforma-Lomas, el de mayor movimiento en la ciudad. Se trata de la propuesta gastronómica diseñada por el despacho madrileño COUSI Interiorismo, que ha estado a cargo de propuestas como el Mercado de San Ildefonso en la capital española.

A decir de sus creadores, este espacio integra en sus amplias e iluminadas áreas un salón, gran terraza y un privado en el segundo piso, donde se une una mezcla ecléctica de elementos de estilo y época. Es un espacio ecléctico por la mezcla de materiales como la piedra, madera, mármol, latón o barro, arcos y elementos que evocan el art decó, pero también al mediterráneo clásico, tal cual lucían distintos espacios en Miami hacia la década de los cincuenta.

Aquí se incluyó una cocina semi abierta que hace factible la interacción del equipo gastronómico con los comensales, a fin de crear una experiencia interactiva. “Nos gusta crear espacios en los cuales el cliente se sienta a gusto, cómodo en un ambiente especial y diferente. Jugamos con los materiales naturales, la luz y las texturas; es una combinación de muchos elementos que encajan entre ellos”, explican Alba Hurlé y Alicia Martín, del despacho especializado en el mundo restaurantero.

El diseño se creó a partir de un espacio bruto, sin pilares ni muros, siendo sólo una caja de seis metros de alto, tres paredes de vidrio y un muro ciego de fondo. A partir de esa base se integraron los tres parámetros de vidrio a fi n de absorber al máximo la luz, como uno de los elementos fundamentales del complejo proyectado por el recién desaparecido arquitecto mexicano Teodoro González de León.

Respecto a las zonas de mayor utilidad, como la cocina, almacenes, vestuarios y oficinas, se ubicaron pegadas al muro, dado que son zonas con mejor iluminación. En suma se trata de un hall, terraza, salón que opera como un comedor abierto, un bar rodeado de una escalera helicoidal y dos áreas privadas en el mezzanine.

La terraza fue separada con unos ventanales consecutivos de cinco metros de alto en forma de arco de medio punto. “La idea era poder contrastar la arquitectura del edificio con el interiorismo del restaurante. Quisimos conservar la pureza del edificio, aunque haciendo del espacio una zona acogedora”, detallan las diseñadoras.

Otras áreas de los pisos fueron realizadas con patrones de diseño que recuerdan dibujos de suelos tradicionales europeos y mexicanos. La intención fue crear a nivel de texturas la fusión de culturas, hecho que también se trasladó a la cocina.

Un aspecto fundamental es el latón de una escalera helicoidal y una gran presencia de vegetación, que imprime un toque de frescura basado en el clima tropical, representado por las palmeras.

En ella se aplicaron materiales como azulejos de colores verdes y azules para dar frescura al largo de la fachada, donde se incorporó mobiliario hecho a mano en México con materiales como el ratán y la madera.

La iluminación natural se complementó con lámparas hechas a medida con materiales como ratán, cristal, piedra y latón. En su gastronomía, el espacio propone, con base en la aplicación de técnicas culinarias, una cocina con inclinación mediterránea, creativa y consistente.