DEMOGRAPHICS

El bono demográfico siempre ha sido relevante para determinar las posibilidades de crecimiento de las ciudades, pero también los posibles compradores y eso se ha convertido en una regla de oro para el mercado inmobiliario.

Apenas al lado de la localización y creación de conceptos, la edad de la población determinó la expansión alcanzada en el último ciclo de crecimiento. Pero ahora, mucho más allá del peso específico que tienen los baby boomers para nichos específicos del desarrollo inmobiliario, nuevos grupos generacionales como los Z, están creando impactos combinados en las ciudades del mundo.

Se trata de integrar perspectivas de los inquilinos o compradores, pero también la manera en que se adaptan diseñadores, inversionistas, arquitectos, urbanistas y desarrolladores.

En particular, de lo último que llama la atención es la nueva previsión que se empieza a delinear para la década de 2030. Un estudio de la firma Cushman & Wakefield, (C&W) aprovecha la disyuntiva que ahora se presenta en Demographic Shifts: The World in 2030.

La lógica de esa evaluación es la entrada al cambio de la década y lo ejemplifica: los baby boomers dejarán la fuerza laboral, la generación X se acercará a la jubilación y serán reemplazados por la generación Y o millennials, y la Z será la fuerza dominante del lugar del trabajo.

Pero no es sólo eso, el impacto se espera en distintas áreas como la vivienda, los lugares de esparcimiento, las compras y los viajes de descanso.

Actualmente existen 693 millones de boombers que continúa trabajando dado que aún no alcanza los 65 años de la edad del retiro, de tal razón que éste 21% de la población global  tenderá a consumir viajes de ocio, pasatiempos como el golf, servicios médicos, comercio minorista tradicional y otros elementos que marcan el requerimiento de inmuebles afines.

La generación subsecuente, es decir los millennial envejecerán, pero su peso específico es relevante porque representa 40% de la fuerza de trabajo en el mundo. Por tanto, sus hábitos y la filosofía general de que están preocupados por el medio ambiente y la vida de experiencias, deja claro que el desarrollo de proyectos integrados a ciudades de menor tamaño, grandes inversiones en espacios públicos y bien conectados con el transporte y bienestar, abre la puerta a edificaciones que cubra servicios de estilo de vida como gimnasios, guarderías y restaurantes.

Sólo con un 26% de la población, la Generación Z siendo también como sus antecesores nativos digitales, pero con elevadas tendencias de generar softs skills en el trabajo, buscaría beneficios relacionados con los centros minoristas, las experiencias de compras y online, espacios multifamiliares y amplios espacios dónde originar y recibir compras en línea.

Artículo publicado en El Financiero|Bloomberg.