TURISMO INMOBILIARIO & CORONAVIRUS

Las pérdidas que registran hoteles, aerolíneas, cruceros y todos los negocios vinculados con el turismo a partir de las restricciones provocadas por la expansión del coronavirus Covid-19 son incalculables.
Apenas hace un par de días el Consejo Mundial de Viajes y Turismo estimaba que sólo la ausencia de los viajeros chinos había representado 22 mil millones de dólares en pérdidas, dado que después de Estados Unidos, China es el segundo mercado en el mundo que más gasta.

El turismo inmobiliario no está exento de consecuencias coyunturales, dado que múltiples proyectos cuentan actualmente con un componente hotelero y otro relacionado con las residencias o second homes.

Así ocurre en distintos destinos, de los que hace unos días comentamos de los ajustes que en 2020 experimentó el negocio en materia de edificaciones y aperturas.

Basta decir que en caso de una contingencia prolongada mercados como Ciudad de México, Quintana Roo y Baja California, que de manera conjunta representan 68% del presupuesto federal de acuerdo con lo reportado por la Secretaría de Turismo (SECTUR), experimentarían un reflejo negativo con motivo de las restricciones.

Aún sin coronavirus con el presupuesto de turismo había experimentado un ajuste de 24.5% en la cartera de inversión al ascender entre 2020 y 2021 a 287 mil 500 millones de pesos, recursos proyectados para la construcción de dos mil 755 proyectos en distintas entidades del país que habrían de habilitar 89 mil 733 cuartos de hotel.

Si bien las inversiones inmobiliarias turísticas no registran la misma volatilidad que los viajes y el turismo, entidades como Quintana Roo se verían afectadas por el impacto que produciría la cancelación de vuelos provenientes de Estados Unidos, Canada y Europa.

Recordemos que sólo en el corredor Riviera Maya se edifican 13 nuevos hoteles. Se trata además con sus cinco mil 400 habitaciones, del mayor portafolio hotelero en el país, al que se sumarán 6 hoteles en los próximos meses.

Sin embargo, estas inversiones proyectadas en el largo plazo pudieran ahora ajustarse o ralentizar su ritmo debido al tiempo del impacto negativo que para firmas como AM Resorts que invierte 738 millones de dólares, o el Grupo Iberostar que renovará dos hoteles con una inversión estimada de seis mil millones de pesos entre 2020 y 2024.

Destinos en crecimiento y con posible efecto son Los Cabos y Nayarit. Sólo en el último, se desarrollan dos nuevas inversiones y en ellas se incluyen resorts de lujo, así como unidades residenciales.

Otro mercado importante es la Ciudad de México, que se mantenía como el segundo mayor destino de inversión hotelera y de negocios.

Por tanto, en caso de prologarse y expandir su presencia, el coronavirus será un escenario adverso para una industria que venía en un lento, pero constante proceso de recuperación al que sólo la transición de gobierno, representó  un ajuste de cuatro mil cuartos de hotel en los números previstos.

Lo anterior en el efecto del contexto internacional, sin embargo, en el ámbito local, el Acuerdo Nacional de Infraestructura generó un impulso a nuevos proyectos, en los que se incluyeron 9 torres hoteleras. El nuevo escenario es sin duda un nuevo parteaguas para el negocio inmobiliario turístico.

Artículo publicado en El Financiero|Bloomberg.