BETTER THAN NORMAL

En un inicio el distanciamiento llevó al negocio del real estate a replantear distintos aspectos de su operación, a través de una tendencia definida como el new normal. Pero a casi un año para México del resguardo obligado por la pandemia, firmas globales de servicios inmobiliarios ven un futuro distinto dependiente de una economía que evoluciona.

Se trata para el caso de JLL de un regreso con un Better than normal, un documento que elaboró el área de research donde replantea distintas perspectivas sobre las condiciones en que operaron los espacios residenciales, de trabajo y entretenimiento, ahora acompañados por un rápido desarrollo urbano y avances tecnológicos heredados en la última década.
A través de una revisión exhaustiva del área de research en la multinacional, plantea la aceleración de procesos de cambio observados por algunas firmas de la competencia, pero también un “normal” en el que las oficinas no serán lo mismo.

Menciona por ejemplo el cambio que representa en el modelo de trabajo de 50 horas a la semana en algunos espacios ruidosos, densos, impersonales e incluso improductivos a los que se accedía a través de trayectos de 90 minutos a las grandes ciudades.

Otro cambio fundamental, abordado anteriormente por firmas de arquitectura globales, es la inclusión de un parámetro distinto al asignar 150 metros cuadrados de espacio de escritorio, por uno que no mantiene privacidad y tiende hacia la salud y bienestar. En suma, un nuevo workplace que obligaba la presencia del colaborador enfermo para aparentar productividad.

Y algo no menos importante,  es la flexibilidad de contratos con inquilinos anteriormente firmados en lapsos de arrendamiento de 10 a 15 años. Ahora la inclinación va hacia un headquarters office de menor tamaño y una red de pequeñas oficinas satelitales.

Para generar una perspectiva distinta, se debiera tener atención en lo relevante que será la conectividad, así como la transformación de edificios saludables que a la vez representan tasas de retorno atractivos para propietarios e inversionistas. Tema que tratamos en el Wealth Report 2020 que hace anualmente Knight Frank.

La visión de JLL en el reporte se enfoca en los beneficios potenciales que traerá a las empresas en la era post-COVID-19 atraer una fuerza laboral mayor productividad, a la vez que se crean portafolios de propiedades con grandes eficiencias en costos.

En el área del retail recuerda los grandes mall que subsidiaban grandes almacenes ancla y dependientes de los minoristas para cubrir costos; mientras que en la esfera industrial se ubican centros logísticos lejos del alcance de los centros de consumo, a pesar de la creciente demanda de entregas urbanas en la última milla y hora.

El comercio minorista es tal vez uno de los segmentos del mercado que recibió una aceleración de los modelos de conveniencia ante los cambios de las preferencias del consumidor, en particular las realizadas a través de compras en línea.
No todos los retailers lograron incorporar estrategias omnicanal donde la cultura online cuente con ágiles plataformas de compra, eficientes procesos de entrega y de recolección de compras en las tiendas. Decenas de ellos han acudido a la ley de quiebra, en mercados como Estados Unidos ante las pérdidas financieras del cierre. Por tanto, será un tema que aún se deba trabajar en el futuro inmediato.

Finalmente, y no menos importante, es el espacio residencial que también encara una transformación urbana de las ciudades altamente densificadas con proyectos verticales, que no consideraba un equilibrado volumen de vivienda asequibles.

Los ajustes que en mercados como en México no lucen de tan rápida adopción, se encaminan a la multifuncionalidad de los espacios dado que en la estructura laboral se trabajará de 2 a 3 días a la semana desde casa. De ello abundaremos en las próximas semanas, conscientes de que los cambios son profundos en el escenario que rodea el regreso.

Artículo publicado en El Financiero|Bloomberg.