HOTELERÍA REABRE

Ante la caída de mil 100 millones de viajeros en el turismo mundial, equivalente a 1.2 billones de dólares, además de otras afectaciones por la contingencia del COVID-19, como en la aviación cuyas ventas cayeron 50%, la hotelería de lujo se integra gradualmente a la nueva normalidad.

El tema no es menor si se consideran las 800 mil habitaciones hoteleras en sus distintas tipologías que existen en distintos destinos del país, de las cuales 90% permaneció cerrado este período y causó un daño económico equivalente al 25% del presupuesto de egresos de la Federación.

Para las firmas que evalúan los daños y la relevancia del regreso a las operaciones, un punto fundamental es que 85% del viajero que utiliza esta infraestructura es nacional. Es un hecho, que esto generará desde la perspectiva de Francisco Zinser de Grupo Hotelero Santa Fe, una reactivación acelerada.

En un foro virtual, comentó en fecha reciente, que esta situación puede ser prevista porque en destinos de playa como Asia, donde ya operan cadenas como Marriot están entre 75% y 90% de ocupación, dado que la mayor parte está soportada por viajeros locales, en particular millennials que buscan conceptos de bajo costo.

Encuestas en Estados Unidos, revelan la relevancia del descanso en sitios de descanso, además de que 78% están dispuestos a desplazarse vía aérea.

Adicional a esta perspectiva, destaca el hecho de que en los nichos de lujo es más factible respetar las nuevas disposiciones de sana distancia, reto que vivirán de forma distinta otro tipo de hoteles donde el volumen de viajeros maneja mayores volúmenes.

Independiente a las restricciones establecidas por autoridades, distintos hoteles han reiniciado de manera parcial operaciones en distintos destinos del país.