LECCIONES 2021 II

Las tendencias post COVID-19 acentúan la incorporación de nuevas dinámicas en el workplace. Este rubro es el eslabón que complementa las 10 lecciones aprendidas tras un año del inicio de la pandemia, alineadas por Cushman & Wakefield (C&W).

La evolución del espacio de trabajo va mucho más allá de la incorporación del trabajo remoto, debido a que la combinación de impactos cíclicos y estructurales con la subsecuente pérdida de empleos y penetración del trabajo remoto, modificó la demanda de espacio.

Por otra parte, dado que numerosas encuestas revelan que muchas de las empresas no moverán al 100% a este tipo de colaboración.

Sin embargo, aún no queda claro cuál será el balance óptimo del modelo presencial respecto al remoto. La mayoría plantea una proporción que va de 2 a 4 días en la oficina.

Por tanto, las demandas reales de espacios de los inquilinos pasarán por un lapso de flexibilidad que representa, bajo esta perspectiva tomar más espacio o reducir espacio de manera temporal, según sea la demanda.
En este sentido la configuración óptima se basa en diferentes tipos de espacios de trabajo y filas de escritorios, dado que el espacio deberá ser un facilitador de las demandas flexibles.

Del lado de los colaboradores figura sin duda, la instrumentación de esquemas en que  la productividad, la innovación y creatividad, la creación cultura corporativa, satisfacción y retención de personal sean cubiertos bajo nuevos parámetros.
Por tanto, el espacio deberá hacer su mejor desempeño para cubrir los requerimientos basados en las diferentes necesidades físicas y mentales.