Una nueva generación robustecida tras la pandemia da oxígeno a espacios de coworking, como una solución a las demandas de estructuras de trabajo.

Lo anterior se está dando porque la pandemia reconvierte los espacios en áreas flexibles donde generaciones de colaboradores en las empresas puedan desempeñar modelos de colaboración híbridos, que requieren distintas ubicaciones para ser desempeñados.
“Habrá más lugares para que los nómadas digitales y el talento puedan trabajar desde cualquier lugar en las condiciones adecuadas”, dice Ernesto Olazával, CEO y cofundador de Comunal Coworking.

De acuerdo con Statista durante junio del año pasado, más del 72 por ciento de los trabajadores mexicanos lo hicieron desde casa.
La firma dice que a partir de la emergencia sanitaria, creció la comunidad de nómadas digitales, es decir, personas que usan internet y dispositivo electrónico para trabajar de manera remota, además de combinar su gusto por el viaje.

En este sentido, el estudio sobre el Estado de Independencia Laboral en Estados Unidos liderado por MBO Partners indica que 10.9 millones de empleados en ese país se identificaron como nómadas digitales, población que creció 49% en comparación con su influencia en 2019.

Esta tendencia se complementa con los datos de la plataforma de viajes Airbnb en la que el volumen de reseñas de sus usuarios que mencionan el uso del concepto de “trabajo remoto” se triplicó desde el inicio de la pandemia.

Sin embargo, en las estructuras satelitales se incluyen hotel y café, pero no suelen ser las únicas opciones. En el nuevo ecosistema figuran los espacios rentados vía plataformas digitales, que complementan las ubicaciones corporativas, mismas que entrarán a un proceso de transformación.