REBOTE CORPORATIVO

El debate en torno a la manera en que el trabajo a distancia ha impactado la evolución del mercado de oficinas en la Ciudad de México (CDMX) este 2020, continúa con tintes de una profunda transformación.

Está claro es que ni las oficinas en su forma tradicional van a desaparecer, ni todo se convertirá en home office. Se trata de un cambio intermedio en el que las empresas han analizado la forma de adaptarse al prolongado tiempo de distanciamiento social, con un único destino: el flex office.

El reporte de actividad al segundo trimestre del año ha sido revelador del aumento en la tasa de desocupación y el efecto que causarán los múltiples procesos de renegociación de contratos a los que están llegando propietarios e inquilinos.

Ningún otro mercado en el negocio inmobiliario, ha sorprendido históricamente como el corporativo. En ciclos previos se ha vivido de todo: sobre oferta de espacios, efecto cambiario e incluso crisis económicas que aplazaron o tiraron decisiones de contratación de espacios para las empresas.
Pese a todo, siempre ha habido un elemento que modifica esa tendencia. En la lista podemos recordar edificios vacíos, dado que muchos inmuebles se edificaban con recursos patrimoniales, e incluso un sorprendente sismo de hace casi 3 años (19S) que orilló a algunos tentants representativos como el gobierno, a mudarse a nuevos edificios por espacios antiguos dañados.
Lo que hace distinto el actual momento es el millón de m2 que están en proceso de edificación y que saldrán al mercado, el efecto del tipo de cambio -compensado por una tendencia creciente a ser tasados en pesos- y el más importante, la lenta reactivación económica, que hará mover las finanzas de los inquilinos.

Otro elemento determinante que pudiera cambiar el fiel de la balanza es lo que Newmark Knight Frank (NKF) llama un efecto rebote. Es una dinámica que parte del reajuste que se realiza en las empresas con base en el requerimiento real de espacios permanentes, la consideración de nuevos espacios de menor tamaño distribuidos en distintos puntos de la Ciudad, y lo que traerá consigo la limitación de topes máximos de ocupación en función del color del semáforo de riesgo epidemiológico.

Este factor será importante para la evolución del mercado en el segundo semestre del año.
El reto es grande: Santa Fe e Interlomas tienen un tasa de desocupación de 16.46 y 26.64%, nivel que superan con más de 40% Lomas Altas y el corredor Norte incluidas las zonas Azcapotzalco, Naucalpan y Tlalnepantla).

El reporte del segundo trimestre de NKF, indica también el contexto que vive el corredor Periférico Sur, con la absorción neta más grande del mercado de -29 mil 99 m2 y una tasa de disponibilidad de 6.82%.

Sin embargo, la historia no fue la misma para los corredores Reforma y Polanco, que tuvieron el mejor desempeño en el mercado con absorciones netas de 12,000 y 10,623m2 respectivamente. Es un ejercicio de perspectiva y realidad.

Aspectos adicionales de una eventual recuperación, en la perspectiva de la firma que pudieran reflejar un aumento de 3 puntos porcentuales en el año, son el incremento en el consumo privado, la normalización de las relaciones con el exterior, el incremento en las remesas y la reactivación del turismo internacional.

Todos los factores son un indicio un eventual reacomodo de las condiciones que rodean al negocio de oficinas en la CDMX, que con sus 7,36 millones de metros cuadrados sigue siendo el más grande en la región Latinoamérica.

Artículo publicado en El Financiero|Bloomberg.