REGRESO AL FUTURO

Las oficinas viven una nueva era de cultura, conectividad y productividad en la era post COVID-19.

Lo anterior era parte de una tendencia previa a la pandemia, pero que ha cobrado fuerza a partir del regreso, que ahora privilegia la integración de experiencias y dinámicas únicas en las oficinas físicas.

El cambio transformacional, como CBRE lo define, se encamina a la percepción de que el trabajo físico es el socio silencioso de la marca y la cultura de las empresas, el vehículo que impulsa la conectividad e innovación de los empleados, así como una herramienta para generar ventajas competitivas en la participación y atracción de talento.

Bajo estas tendencias, favorecer una forma más fluida de trabajar desde cualquier lugar hace indispensable la incorporación de nuevas habilidades tecnológicas. Así, el cambio se orienta a que la oficina evolucione hacia uno similar a un sistema nervioso central que actúe como conducto para generar vínculos entre los empleados y las empresas.

Así, el futuro híbrido encontrará en la oficina física el centro que conecte a los empleados y donde se generan las experiencias de trabajo, al integrar equipos desde distintas ubicaciones.

Se trata de hubs que integren la colaboración, innovación e interacción entre los empleados, a través de oficinas físicas diseñadas para facilitarla.

“El lugar de trabajo estaba siendo diseñado para promover la unión, pero también con algunos límites físicos para permitir un espacio libre de distracciones cuando sea necesario (algo que a muchos trabajadores les resulta difícil lograr consistentemente en casa)”, explica en su visión la firma.
Por tanto, las oficinas transformadas tendrán que descentralizarse, con equipos más ampliamente distribuidos e íntimamente vinculados vía la tecnología.