REGRESO AL WORKPLACE I

Este es el checklist que los expertos sugieren cubrir para volver a las oficinas, en tiempos en que muchos empleados quieren flexibilidad y elección en la forma en que trabajan y en la reincorporación a la oficina.

En función de lo anterior, hasta ahora existen 4 tendencias que buscan generar un listado que lo haga posible en las empresas.
Para ello, un estudio de la empresa CBRE considera como punto inicial la

Articulación de metas claras de Regreso donde la alta dirección promueva una comunicación frente a su fuerza laboral de manera empática, atractiva y alentadora.

Lograr la empatía con los empleados demanda la incorporación de encuestas que midan el sentimiento de los mismos, definir el propósito real de la oficina, crear redes de asesoramiento y un rumbo definido por los líderes.

El espacio es sin duda otro de los factores de peso. Y se trata no sólo de transformar los entornos, sino aprovechar la experiencia compartida de los empleados respecto a la vida en las oficinas, justo a partir de la incorporación de experiencias soportadas en en políticas, espacio tecnológico y personas.

En la fórmula, el uso de la tecnología no sólo está encaminado a la mejora del trabajo, sino a la integración de experiencias virtuales y presenciales.

Es decir, que la tecnología permita la productividad en cualquier momento y lugar lo que implica estandarizar las suites tecnológicas, computadoras portátiles, los cables y la sala de conferencias; equipos en toda la organización. E incluso considerar que las herramientas cuenten con canales de comunicación de acceso a la nube.

Estudios revelan que. la incorporación de tecnología simplifica el lugar de trabajo, desde reservar espacios y estacionamiento hasta servicios, alimentos y bebidas, servicios de conserjería, así como asistentes virtuales, avatares AR/VR.

La capacitación para maximizar el trabajo híbrido es otro elemento fundamental por atender, ya que estimula la participación y la creencia en la cultura de la empresa, a través de cambios como la inclusión de las cuatro horas laborales principales donde se debería estar en la oficina.
No menos importante es la medición en el uso de la oficina, a fin de generar un diseño que se adapte a las nuevas dinámicas.
Lo anterior porque el análisis de los datos de uso puede resaltar qué tipos de entornos conducen a la mayor productividad, al mismo tiempo que informa el gasto de ocupación futura.

En tiempos donde el gasto de las oficinas es relevante, maximizar la productividad de cada m2 requiere medir el uso y el sentimiento de los empleados, aprovechar datos y usarlos para mejorar la experiencia en el tiempo.