SATELLITE OFFICE HUBS

Tras meses de discusión sobre la permanencia de las oficinas de cara a los retos que ha impuesto el COVID-19 crece la adopción en las empresas del trabajo remoto.

Esa no es una conclusión difícil de visualizar, lo que sí es la consolidación de que los satellite office hubs sean la estructura que sostendrá las oficinas en el futuro inmediato de cara a las nuevas necesidades laborales.
Incluso al paso de los días en las firmas inmobiliarias se ha logrado aterrizar que estos centros donde los colaboradores puedan ir en algunas jornadas laborales sea la solución para complementar sus actividades de trabajo.
Se trata, tras un período de flexibilización obligada, de una reinvención en el mundo empresarial para las nuevas políticas. Este gran paso lo aceleraron en un lapso empresas como Google y Facebook, mientras que Twitter lo dejó de manera permanente.
Otras firmas como Hitachi, Mastercard y Reuters se unieron al nuevo orden mundial remoto para que sus empleados adquieran seguridad al efectuar actividades que mantienen en movimiento a las organizaciones, como sugiere un análisis de la firma Regus.

Es un proceso que califica como ofrecer lo mejor de ambos modelos que consiste en mezclar  el trabajo remoto con la configuración de oficina tradicional a través de esa oficina satélite suburbana.

Lograrlo es complejo para algunas ciudades de México. No obstante, lo que se vislumbra en otros mercados donde las oficinas suburbanas con servicios complementados con espacios de coworking, se ven como una solución.
Mientras el mercado tradicional sufrirá por la estructura tradicional, para las empresas estas tendencias lucen como la opción perfecta, al ofrecer una flexibilidad extrema que demandan los tiempos por venir.

De esta manera, sin estar atadas a un arrendamiento fijo rígido, las corporaciones pueden cambiar la configuración del espacio de trabajo de cara a sus necesidades reales y vigentes.
Adicionalmente se observa un beneficio económico, dado que los costos de arrendamiento son inferiores a los del centro de las ciudades, generando accesibilidad a los colaboradores.
Esta visión pudiera tener un impacto en la operación local de las corporaciones globales inmersas en estas tendencias. Pero en el mercado corporativo mexicano, donde apenas se ven casos de renegociación de contratos, tomará algo más de tiempo adoptar esta disrupción.

Lo que sí es que esta perspectiva representa otro tipo de disyuntivas como el hecho de que las oficinas físicas serán prioritarias para la atracción de talento y desarrollo de cultura corporativa, como lo han señalado los defensores del workplace. Indudablemente son tiempos de cambio.

Artículo publicado en El Financiero|Bloomberg