SUSTENTABLE & SOSTENIBLE

No sólo se trata de ser verde, sino hacerlo viable. Por eso, al paso del tiempo, alcanzar los estándares de sustentabilidad ha requerido de mayores elementos a las propuestas arquitectónicas, su proceso de desarrollo y la operación cotidiana en los inmuebles.

Esta elaborada combinación es parte de los parámetros con que hoy se define el liderazgo de iniciativas inmobiliarias. Aquí hemos comentado sobre las certificaciones LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) que va en su versión 4, EDGE (Excelence in Design for Greater Efficencies), WELL y otro tipo de certificación orientada a la inclusión de los usuarios de proyectos.

Una razón adicional de la complejidad es el tamaño de los proyectos, la combinación de usos que demandan distintos sistemas de consumo energético y la necesidad urbana de generar opciones que atiendan el gran problema de movilidad en las ciudades.

Todo eso, ha exigido crear modelos que sean asequibles a los usuarios, desarrolladores, autoridades y arquitectos. Es por eso que el real estate hoy demanda proyectos integrales e inclusivos.

Parte de esta discusión tiene también que ver con el desarrollo urbano por venir, en particular por los cambios que la nueva administración federal y los gobiernos locales instrumentarán.

Si bien el desarrollo inmobiliario no se puede limitar con acciones de gobierno como la suspensión de permisos de construcción en la Ciudad de México (CMDX), también es un hecho que los grandes retos del crecimiento combinan una serie de factores que no se observaron al menos al inicio del último ciclo del mercado.

En este sentido, temas como los polígonos de actuación, modelos de vivienda asequible, políticas de subsidios y posibles incentivos fiscales, serán vitales en lo que actualmente se configura.

Las ciudades han cambiado su rostro y el landscape es cada vez más vertical, pero no en todos los casos habrá la misma dinámica de desarrollo, en tiempo, forma y tamaño de los proyectos.

De ahí radica la importancia de tomar como punto de partida la sustentabilidad, su factibilidad financiera, y los factores descritos anteriormente para favorecer el desarrollo de bases sólidas para el futuro inmediato del negocio.

Hacer lo contrario, es mucho más profundo que entrar a un período de ralentización, y lamentablemente se encaminaría a un retroceso real y cerrazón a la construcción de nuevos diálogos entre las empresas y las autoridades.

Artículo publicado en El Financiero/Bloomberg.