EXPERIENCIAS RETAIL
Comunidad, conectividad y experiencias son la fórmula con que las cadenas minoristas se reinventan en un escenario global, que también impacta a los centros comerciales de México.
El dinamismo ahora pinta a ser distinto, luego de los últimos años donde el negocio del retail atravesó por la caída en los niveles de ocupación, cierre y expansión de marcas, así como la apertura y ralentización de desarrollos.
Por ende, son justo aspectos como la generación de experiencias de compra, conexión y vida en comunidad los que permitirán a las cadenas minoristas permanecer en la preferencia de los compradores. En especial, cuando el mundo híbrido requiere de estrategias diferenciadoras en múltiples canales.
Se trata, como dicen distintas encuestas, de una relación profunda y significativa entre las marcas y los consumidores para un mercado que como el nuestro cuenta con un inventario mayor a 900 centros comerciales.
Así, la generación de experiencias impactará a los 23.8 millones de m2 de espacios comerciales y buscará incrementar el tradicionalmente bajo ratio comercial de 23.5 m2 por cada 100 habitantes urbanos en relación con otros mercados como Estados Unidos.
En la creación de una comunidad, los expertos destacan la relevancia de los vínculos donde el retailer promueve acciones como educación y servicios.
De la misma manera destacan las acciones para robustecer al personal de las marcas, para generar relaciones directas con los clientes, de la misma manera en que se consideró relevante en la última década integrar el comercio electrónico y las estrategias digitales.
Se trata, desde la perspectiva de Gensler, en cómo se transformó la integración digital hacia una etapa más significativa e integrada de tal razón que en su índice de experiencia, más de la mitad de los clientes reconoció que va a las tiendas a socializar, pasar tiempo con la familia, aprender algo nuevo o visitar los espacios comerciales.
Incluso del lado del consumo y la interacción con los artículos, los minoristas están siendo presionados a utilizar herramientas para favorecer la experiencia de sus compradores. Es decir, que en la construcción de la huella digital se descuidan ciertos aspectos físicos del espacio y quienes reciben al consumidor en las tiendas.
Esta revolución impacta también a las marcas que buscan crear ofertas minoristas y de hospitalidad que sólo pueden darse en las tiendas, a pesar del efecto de las compras en línea.
La firma arquitectónica lo llama un regreso de los clientes vía una curaduría estratégica en la experiencia dirigida de los escaparates y elementos diferenciadores al interior de las tiendas. Así lo experimentó el Discovery District de AT&T en Dallas que en 2020 fue sede del regreso tras la pandemia.
Para México, donde en 2021 se integraron al portafolio 13 centros comerciales el reto es mayúsculo, no sólo por las expectativas de cobertura comercial que el segmento requiere, sino porque en el proceso tendencias como las experiencias, el bienestar y sustentabilidad determinarán la permanencia o fracaso de los desarrollos comerciales.
Si bien, el ritmo de aperturas bajó la inercia producto de la pandemia, el potencial es enorme. Mac Arquitectos Consultores estima que para llegar a un ratio de 30 m2 por cada 100 habitantes urbanos en 2050 el negocio debería desarrollar 18 millones de m2 de superficie rentable, es decir 600 nuevos centros comerciales.
Con base en dichas tendencias es previsible una recuperación constante en el mercado comercial, aunque con un dinamismo menor que el de años pasados.
Opinión publicada en El Financiero|Bloomberg