SHARING

La pandemia fortaleció la expansión de áreas comunes en edificaciones residenciales verticales. Se trata de un camino que algunos nichos del real estate como el multifamily y torres verticales habían tomado en cuenta.

Sin embargo, los nuevos hábitos de compradores a partir del efecto del COVID-19 fortalecieron los modelos enfocados en desarrollar menos espacios y más amenidades, como una tendencia de compra identificada por la dominante generación millennial.
Distintas previsiones hacen notar que las superficies habitables ya no son el único factor que define la preferencia, al elegir la compra de vivienda media e incluso de proyectos residenciales en edificación ubicadas en mercados como la Ciudad de México (CDMX).

Estos cambios acompañan los retrocesos experimentados por el negocio de la vivienda en el último año, que se recupera un ritmo de 18% de acuerdo con el reporte más reciente de la firma TINSA.

Algunos aspectos que detonó la crisis sanitaria al modificar las preferencias y necesidades de nuevas generaciones y las tradicionales, son las amenidades y servicios compartidos de costo accesible, en especial los millennials que serán más del 50% de la intención de compra de casas y departamentos en México.

Ricardo Ballesteros, CEO de MXDesarrollos ha venido consolidando este modelo, desde antes de la pandemia. Si bien la trayectoria de la desarrolladora es de 15 años, en el último lustro inició el desarrollo de We Santa Fe, cuando pocos apostaban por el potencial de la carretera México-Toluca, justo en otro de los accesos hacia Santa Fe.

Hoy día ese naciente corredor tiene distintos proyectos de distintas empresas como Be Grand han aprovechado la inercia residencial del corredor.

Pero en el caso de la firma que preside Ballesteros, la apuesta se alinea con lo aprendido en los proyectos desarrollados en corredores como San Ángel, Condesa, Roma, Coyoacán y en la zona contigua a Nuevo Polanco con distintos tipos de productos habitacionales.
En el caso del complejo de Santa Fe, la apuesta ha sido directa al incorporar  amenidades que antes se consideraban agregados de lujo, pero que hoy son parte esencial en la intención de compra de vivienda, y que reflejan la ventaja de vivir en comunidad.

Hasta hace poco el sharing sólo había sido incorporado por otras industrias como las plataformas de transportación de personas, como Uber.
En este caso, se refiere a los servicios de concierge, juice bar, salón de yoga, salón de belleza, bike share, sala de masaje, zonas recreativas, ludoteca, terrazas, transporte a la zona de oficinas y comercial de Santa Fe.

La lógica de esta tendencia también se basa en la mayor estadía en el espacio residencial a partir de los modelos híbridos de trabajo y escuela. Esto se une al confort acústico, térmico e incluso sanitario incorporados al proceso constructivo, además de un modelo de administración de condómino eficiente, que en el proyecto lleva JLL.

Este caso ejemplifica la transformación que vive el mercado de vivienda en la era post Covid-19.

Artículo publicado en El Financiero|Bloomberg.