VIVIENDA
Uno de los nichos de mercado con mayores desafíos ha sido desde del inicio de la pandemia la vivienda.
Tras la contracción en las ventas de 2020 y frente a la demanda de vivienda, este nicho logró registrar una dinámica en la demanda y venta de propiedades residenciales, que si bien aún no reflejan los niveles de hace 2 años, sí plantea un escenario distinto a otros sectores como oficinas y comercial.
Un estudio sobre las perspectivas del sector desarrollado por Lamudi, revela que los pronósticos de este subsector tendrán un efecto de la estabilización inmobiliaria general prevista hacia el lapso 2022- 2023 debido a la contracción del PIB nacional que fue del -9.1%, el más representativo de los últimos 30 años.
Entre las tendencias del mercado residencial en 2021, destaca la recuperación de 3.5% en promedio, misma que reflejará un nivel de 2.5% en 2022.
“El sector inmobiliario tiene un comportamiento asimétrico en los niveles de oferta y demanda, dado que los principales inmobiliarios no se manifiestan de la misma manera en los distintos nichos”, detalla su reporte.
Plantea el área de oportunidad que se abrió con la pandemia, para que desarrolladores construyan espacios adecuados a las nuevas condiciones del usuario con mayor ventilación e iluminación natural.
Entre las tendencias, destaca la migración de los habitantes hacia colonias y ciudades secundarias, impulsados por la búsqueda de espacios asequibles y áreas funcionales para hacer frente al reto del trabajo a distancia.
En esa tendencia figuran regiones favorecidas como el Estado de México, Querétaro y Mérida, que viven un impulso en la demanda inmobiliaria.
Los patrones de búsqueda de esa plataforma revelan un incremento de 67% en la demanda de inmuebles residenciales, misma que obedece a la dinámica acumulada que contuvo la pandemia.
El reporte revela la amplia participación del producto inmobiliario de vivienda de interés medio y de tipo social-económico, con más del 75% de participación del mercado.